Casablanca suele ser tu puerta de entrada a Marruecos: moderna, cosmopolita y llena de sorpresas. Aunque muchos visitantes solo pasan unas horas, la ciudad merece mucho más. Aquí tienes la guía de Casablanca, donde la arquitectura moderna se encuentra con el espíritu marroquí, ofreciendo atracciones memorables y paseos de día.
Comienza con la Mezquita Hassan II, una de las más grandes del mundo, situada frente al océano Atlántico. Su minarete se eleva más de 200 metros, y su interior con mosaicos, trabajos en madera y terrazas frente al mar son impresionantes. Los tours guiados aquí valen la pena: revelan la artesanía y la importancia religiosa detrás de su grandeza.
Después, pasea por la Corniche en Ain Diab. La explanada frente al mar está llena de cafeterías, restaurantes y playas de arena. Perfecto para caminatas al atardecer, la brisa marina y observar la vida local. Cerca, el Morocco Mall ofrece compras de lujo y vistas desde su terraza.
No te pierdas la Medina Vieja, más pequeña que la de Marrakech pero encantadora. Recorre sus callejones estrechos, prueba la comida callejera, compra artículos de cuero y empápate de la vida local. También visita el Quartier Habous (Nueva Medina), un barrio elegante construido durante la época colonial francesa con tiendas artesanales y cafés.
Para arte y cultura, dirígete a Villa des Arts, el museo de arte contemporáneo de Casablanca, y al Museo de Judaísmo Marroquí. Ambos ofrecen perspectivas diferentes de la historia de Marruecos, tanto tradicional como moderna.
Si el tiempo lo permite, haz excursiones de un día desde Casablanca: Rabat (la capital), las cisternas portuguesas de El Jadida o los callejones azules de Chefchaouen pueden alcanzarse con viajes razonables. Añaden diversidad a tu itinerario.
La gastronomía de Casablanca refleja su espíritu diverso: mariscos junto al mar, sabores internacionales, los clásicos marroquíes como tagine y sopa harira. La vida nocturna es vibrante: bares en azoteas, conciertos y cafés animados mantienen la ciudad despierta tras el anochecer.
Hospédate en hoteles o riads con vistas al mar o en distritos con estilo como Gauthier. Utiliza tours guiados para visitar los mejores lugares evitando multitudes. Casablanca quizá no sea tan exótica como otras ciudades marroquíes, pero su combinación de modernidad, belleza costera y riqueza cultural la vuelve inolvidable. Explora Casablanca ahora y siente el pulso moderno de Marruecos.